“Reflexiones sobre las relaciones y los riesgos de implicarnos en ellas”.
Por Mar Hernandez.
Estoy en paz. Tengo una extraña tranquilidad, una sensación de orden y la verdad no tengo mucha necesidad de decir de mas, ni de tener razón, de que nadie me entienda.
Me siento en mi, enraizada y acompañándome yo. Sintiendo un gran amor propio. Y desde ahí escribo y comparto esta reflexión.
Hablo desde mí y sé que soy responsable de todo lo que me pasa.
A mí, como a todo el mundo, me pasan mis cosas, que son las mías, que tiene que ver con mi historia personal, con mis heridas, mi forma de vivir y mis propios personajes, etc. y lo recojo para ver que me trae.
Eso es lo que hago o trato de hacer. Aprender.
Elijo quedarme en vez de irme en relaciones a pesar del riesgo, aun sabiendo las dificultades que esto supone, porque pienso que a veces merece la pena arriesgar. Y luego achantar con lo que venga.
Lo hago asumiendo el trabajo que supone porque creo que quien no arriesga no gana.
A veces se gana y a veces se aprende.
Lo que si se es que hago lo mejor que se y que puedo, y los /as otras también.
Trato de ofrecer mi estar, mi amistad y amor y estar comprometida con lo que me nutre y quienes me quieren.
Estoy contenta por dar un lugar en mi vida a la gente que quiero y por sentir que también tengo un lugar en la suya.
Aunque a veces no se correspondan los planos desde donde nos relacionábamos unas con otros. Ese es el precio. Si no nos metemos no sabemos.
Desde ahí vivo y estoy, desde ahí, trato de acompañar, y de dejarme acompañar, disfrutar y querer.
Hago lo que me apetece y libremente. Y me alegro de saber bailar a mi manera esta danza en las relaciones que sin duda sé que es HERMOSA.
Entregarme a lo que considero grande, desde lo honesto y arriesgar a estar lo más presente posible en mí y en lo que va pasando.
Y para mí eso es de valientes. Estar presente y desde el corazón hasta donde de y abierta al aprendizaje que me traiga.
Me nace celebrar lo bueno que hay en cada encuentro o desencuentro con el que nos vamos encontrando.
Valorar todo el placer que hay en esos encuentros con las personas que están o con las que se han ido, en las palabras bonitas recibidas o emitidas, en el cuidado otorgado o disfrutado y reconocer mi presencia lo más clara y consciente posible en cada vinculo que establezco o que ya acabó.
Celebremos pues el tiempo compartido, la intimidad de cada charla, la risa, el cariño presente, ver lo importante y dar valor a los que nos une o también el poder nombrar lo que nos separa.
Lo que si necesito y cuido cada vez mas es poder estar tranquila y clara y sentir mi lugar, en cada relación, saber cuál es mi sitio, colocarme frente al otro/a, pedirle al otro/ que lo haga y si hace falta recolocar, continuar o despedirnos, sea el que sea, pero saberlo.
Para mi es lo justo, decir que sucede y colocarnos en la medida que podemos.
Para mí lo importante y lo que yo trato de poner en mi vida, es hacer lo que se quiera desde la honestidad y el mayor cuidado posible, pero decirlo, hacerse cargo.
Sé que si creamos un vinculo no desaparece de la noche a la mañana ni porque si.
Busco, no siempre las encuentro, relaciones donde haya más equilibrio entre lo que doy y lo que recibo y decido sino me siento bien y sin enfado, (bueno si a veces con un poquito) colocarme en nuevos lugares más sanos para mí.
Así que como todo pasa por algo y no sé qué hay detrás de los y las demás, yo lo único que puedo hacer es ocuparme de lo mío.
Quiero relaciones con personas que nombran sus necesidades o emociones,
que si sabe que algo me puede hacer sentir mal lo cuidan,
que se comprometen respecto a mí con su verdad sea la que sea y la comparten,
que reconocen y valoran lo que reciben
que estén, lo más presentes y claros que puedan, se definan, que no estén jugando,
que se escuchen a sí mismos/as y desde ahí con quien tienen enfrente, y que si me ve con los ojos rojos me puedan preguntar qué me pasa,
que saben cómo va mi vida, y mi cosas importantes además de reír que tb es genial.
Tb quiero amigos/as que se muevan de su lugar conocido y que arriesguen y se entreguen.
Entiendo que cada uno da lo que tiene, puede o quiere en cada momento. Pero nos puede valer o no.
tenemos, vamos, yo tengo el derecho a elegir.
Elegir amor propio.
Es nuestra libertad y derecho saber con quién y cómo queremos estar. Posicionarnos, cuidarnos y respetarnos. Respetarme.
Si algo no es lo que quiero o necesito, Solo me queda mover ficha yo. Y por supuesto y siempre agradecer mucho;
- a la vida que nos junta para aprender algo importante con cada uno/a.
- agradecer a cada vinculo que creamos y a las personas con las que compartimos y nos cruzamos por ponerse en juego con lo que tiene saben y pueden.
- Gracias a todas las personas que están por su amor y su compromiso con la relación y la con la vida.
- a los y las que se han ido por haber estado como supisteis y pudisteis
- por los abrazos recibidos,
- por la belleza singular de cada uno/a.
- por mostrarme otros puntos de vista, otras miradas, reflexiones y preguntas,
-Gracias por el humor, risa, las conversaciones preciosas y ratos agradables y maravillosos presentes y pasados.
- Gracias a los y las que están por compartir vuestros caminos conmigo y por los ratos que me dejáis que os viera.
Estoy aprendiendo mucho.
Una vez más se que merezco más y mejor y no miguitas.
Y que nadie tiene la culpa. Ni siquiera yo.
Mar